Tipos de reciclaje

En la actualidad en el que se producen más de 8,6 millones de toneladas de residuos plásticos en el mundo y la conciencia ambiental y la sostenibilidad son temas cada vez más prioritarios para los consumidores, el reciclaje se erige como pilar fundamental dentro de la sociedad. En ello, las empresas de gestión de residuos desempeñan un papel esencial, adaptándose a las nuevas tecnologías y adaptando enfoques innovadores que ayuden a minimizar el impacto ambiental con los distintos tipos de reciclado existentes. En este ámbito, podemos destacar cuatro tipos de reciclado fundamentales, donde cada uno desempeña un papel crucial en la sostenibilidad ambiental y valorización de residuos: reciclaje químico, reciclaje físico, reciclaje mecánico y reciclaje biológico.

Reciclaje químico

El reciclaje químico se entiende como un proceso donde los materiales se descomponen a nivel molecular para poder crear nuevos productos. A diferencia de otros métodos, este enfoque permite la transformación completa de sustancias complejas, abriendo la puerta a la reutilización de una gama más amplia de materiales. Algunos de los materiales que podemos reciclar con esta tipología son, por ejemplo, los polímeros difíciles de reciclar a través de otros métodos convencionales. El reciclaje químico de plásticos implica la descomposición de estas sustancias en su forma elemental, listos para ser reutilizados en la fabricación de nuevos productos.

Reciclaje físico

En contraste con el reciclaje químico, el reciclaje físico se centra en la transformación de materiales sin alterar su estructura molecular. Se trata de un tipo de reciclaje que actúa por disolución de polímero, pero manteniendo intacta la estructura molecular del mismo. En este caso se disuelve en un compuesto químico eliminando el tipo de contaminantes que puedan estar intrínsecos en el material. Este tipo de reciclado se emplea sobre todo en el poliestireno, aunque también es utilizado para poliolefinas. Su diferencia con el químico radica en que en el primero hay una rotura de las cadenas poliméricas. En este caso la disolución se filtra recuperando el polímero y quedando el resto de las sustancias en la solución.

Reciclaje mecánico

El reciclaje mecánico tiene como objetivo la recuperación de materiales a través de procesos mecánicos, como la trituración y la extrusión. Este enfoque es particularmente efectivo para determinados plásticos, que pueden ser transformados en materias primas para la producción de nuevos productos. En el plástico, el reciclaje mecánico sigue una dinámica que implica la recolección y clasificación de envases plásticos, seguido por la trituración y extrusión para crear gránulos (granza) que servirán como base para la fabricación de nuevos productos plásticos sin comprometer su calidad.

Reciclaje biológico

El reciclaje biológico se basa en la degradación y metabolización de los plásticos por microorganismos para su posterior reutilización. Entre los tipos de reciclaje biológico o bioreciclaje podemos señalar: compostaje, la digestión anaerobia y el reciclaje enzimático. En el caso del plástico hablaríamos del Enzimático, cuyo proceso se basa en la ruptura de cadenas poliméricas del plástico, pero a diferencia del mecánico, se hace a través de las enzimas. Se trataría de proteínas producidas por microorganismos como hongos y bacterias que aceleran la degradación parcial de los polímeros y posibilitan la descomposición de las moléculas que conforman el plástico en sus componentes fundamentales. En el caso de los monómeros pueden ser purificados, repolimerizados y dar como resultado materiales, a nivel de características y propiedades físicas, tan buenos como los originales.